Hazlo al revés

Estando en el colegio, en los últimos años de bachillerato, empecé con mi hermana y una muy buena amiga a ir al gimnasio y aunque no lo crean a levantar pesas (En aquella época las chicas no eran de levantar pesas).  Después de ver los resultados físicos, me volví una aficionada y no faltaba por nada.

En la universidad, como no tenía mucho tiempo, me levantaba a las 4.30am (Si......así como lo oyes, 4.30) y prácticamente era del grupo que abría el gimnasio.   Hacía 2 horas de ejercicios (hoy eso es impensable para mí)  

Hoy me doy cuenta, que NO ERA lo físico que me movía, sino que, sin darme cuenta, el ejercicio se convirtió para mí, no un ejercicio como tal, sino una terapia de sacar mi mal humor, mi estrés, mis tristezas y todo lo demás, les prometo que en cada sección de ejercicios salía inflada de alegría.

Y porque te estoy contando todo este rollo.......porque sé que tú quieres hacer ejercicio y no tienes ganas, muchas veces necesitamos hacerlo al revés.  Ver los beneficios que nos da, para incorporarlo en nuestras vidas, así que te invito a que hagas ese ejercicio que no quieres, a que salgas a la naturaleza cuando no quieras, a que comas eso que sabe que te conviene, pero no quieres, intenta hacerlo como una DISCIPLINA y estoy segura de que, si le das una oportunidad, por un tiempo, probablemente será el empujón que necesites.

A mí también me pasa mucho, ya que desde que tengo familia, hijos, esposo, trabajos, etc., etc., etc., la mayoría de las veces NO TENGO GANAS NI DE MOVER EL PIE y sabes que feliz me siento cuando lo hago.

¡Así que la próxima vez, que tu mente te sabotee, PONTE LOS TENNIS Y VAMOS!